Cuando una estrella de cine y televisión baja de peso, se compra un perro o cambia de look, se entera "Raymundo y todo el mundo". Y cuando un docente hace que el niño con problemas aprenda a pronunciar, cuando un nene se golpea y el profesor es quién hace de enfermero, cuando aplicamos una técnica nueva de enseñanza, cuando superamos el standar educativo ... ¿quién se entera?
En este post hablamos de los docentes y sus acciones anónimas que son generalmente anónimas.
Para evitar caer en las horribles generalizaciones, no todas las acciones docentes son ignoradas, por ejemplo algunos docentes como Mel Tolson, Ron Clark, Jaime A. Escalante, etc, cuyas vidas hemos visto en el cine con tremendas producciones Holliwoodenses, han sido acciones para nada inadvertidas, salieron a la luz y sus vidas se convirtieron en ejemplo; bien por ellos, pero hoy nos vamos a referir a los docentes anónimos que cambian la vida de muchas personas.
Como formadora de docentes, tuve el privilegio de trabajar con varias generaciones de los que hoy día ya son colegas profesionales de la educación, recuerdo a una amable jovencita, con maquillaje discreto pero siempre bien puesto, pelo de salón de belleza y vestuario de una chica de su edad muy "fashion"; en una consultoria en la que yo tenía que asesorar un proyecto de un enfoque educativo nuevo, exclusivo para docentes rurales, me tocó ir a visitar una escuela ubicada en una montaña, desde donde apreciaba a la distancia el hermoso océano pacifico, una vista panorámica de esas de postal, obviamente para llegar a pararme ahí y ver esa belleza de paisaje llegue en un automóvil de doble tracción 4x4, tres horas en automóvil, para llegar por calles que bien podrían decirse que eran veredas. Dejamos el automóvil y comenzamos a caminar entre arboles y pasto abundante unos 20 minutos y ahí estaba una enorme escuela con varias decenas de niños corriendo en el patio, como es de esperarse ante la visita causamos un alboroto general, cuando se fueron a clases, la directora llamó al personal docente para que discutiéramos el proyecto, una de las maestras se me acerco y me saludo efusivamente dándome un fuerte abrazo, que gusto verla me dijo... le dije !Hola! ... nos conocemos, esta maestra bronceada por el sol tropical de mi país y con una sonrisa amplia era aquella chica "fashion" de la universidad, cuando la observé detenidamente me di cuenta, hablamos largo rato me explicó que su plaza oficial le salió en este pueblo tan distante, que solo salia los fines de semana caminando cerca de 20 kilómetros entre fincas y cultivos, tenia aula combinada (tres grados en uno) y había hecho una planificación mezclada que le permitía trabajar simultáneamente a todos.
Ella nunca se hizo famosa por un verdadero logro didáctico; otro docente asignado en una zona árida les enseñó a toda la comunidad a recoger el rocío y tener agua para uso domestico sin recorrer enormes distancias al río, un matrimonio, docentes los dos, enseñaron como hacer emprendimientos a los estudiantes para financiar sus estudios, etc.
El común denominador en todos ellos y muchos más que he conocido, es que estaban felices de ayudar no esperando reconocimiento, es esa la diferencia entre un docente de vocación cuyas acciones anónimas son beneficiosas para cientos de personas, pero nadie se entera de quién las hizo o cuál era su motivación. Continuo hasta este día siendo una ferviente admiradora de los docentes rurales, del docente que se sacrifica por enseñar a esas personas que están distantes de los polos de desarrollo pero que desean aprender. Gracias a cada uno de ustedes estimados lectores que estoy convencida en su aula, usted hace historia y está cambiando al mundo.
Alba Jiménez
Asesora educativa
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