La mayoría de los docentes, hablamos por horas frente a los estudiantes, sin que esto represente problema alguno. !Nos encanta hablar! pero no siempre nos sentimos cómodos al hablar...
Los alumnos de nuestro curso nos escuchan a diario y ya existe cierta familiaridad en ese conversatorio, lo difícil es querer hablarles a todos los estudiantes del centro educativo y observar con tristeza que nadie nos presta atención.
Cuando las personas no nos escuchan no podemos gritar y exigir escúchenme o empezar a regañar al auditorio creyendo que con ello conseguiremos el silencio que no supimos ganarnos de entrada.
“Exigir su atención no funciona, gana su atención… es mejor”
Mantener la atención requiere dominio del tema a discutir, dominio de sí mismo y dominio de la concurrencia, esto es lo complejo porque ocurre que docentes que dominan el tema no dominan grupos de estudiantes y titubean con muchas dudas, se descalifican a sí mismos.
Lo mejor es hablar con tranquilidad, evitando frases de costumbre en las presentaciones; el dominio de un grupo de alumnos y personas depende sustancialmente de la seguridad que tiene y proyecta el que habla.
Cuando estoy capacitando docentes, lanzo una pregunta a la audicencia... donde todos son docentes y se miran unos a otros y temeroso alguno habla los demas muy calladitos, si pido se reunan en equipos y que solo uno explique algo discuten y les cuesta ponerse de acuerdo pero no para hablar si no para elegir quién lo hará porque no desean participar.
Esas actitudes son de temor entre iguales, que es completamente normal cuando un sujeto se siente evaluado, mismas sensaciones que tienen los estudiantes, puedo asegurarles que al final de mis capacitaciones todos hablan, la razón la comodidad que debe percibir el que escucha el no sentir que está siendo calificado le tranquiliza, eso y no el decirle que yo estoy aprendiendo de él, es un mal discurso cuando queremos ganar confianza.
Hable en público con la misma tranquilidad que lo hace con sus estudiantes, transmita exactamente lo mismo, seguridad, familiaridad y dominio, cuente con que la atención se instala en el grupo que le escucha.
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