Es necesario que el maestro pueda crear en el aula una atmósfera que invite a todos a investigar, a aprender, a construir su aprendizaje, y no sólo a seguir lo que Ć©l hace o dice. El rol del maestro no es sólo proporcionar información y controlar la disciplina, sino ser un mediador entre el alumno y el ambiente. Dejando de ser el protagonista del aprendizaje para pasar a ser el guĆa o acompaƱante del alumno.
ucho se habla del rol o los roles que un docente debe cumplir en el aula; El tĆ©rmino rol deriva de role, un vocablo inglĆ©s, aunque su raĆz etimológica nos remite a rĆ“le (francĆ©s). El rol es la función o el papel asumido por un ser humano en un cierto contexto. Docente, por su parte, es el adjetivo que refiere a aquel que enseƱa. El tĆ©rmino tambiĆ©n se emplea como sustantivo para denominar a las personas que ejercen la docencia.
El rol docente, por lo tanto, es la función que asumen los maestros y los profesores. Se trata de un rol complejo que abarca múltiples dimensiones y que tiene efectos importantes en la sociedad.
La persona que cumple el rol docente se encarga de educar a otras. En el sentido mÔs bÔsico, brindar educación consiste en suministrar información y desarrollar explicaciones para que los alumnos estén en condiciones de asimilar los contenidos.
El rol docente, por otra parte, implica la transmisión de valores. La sociedad espera, en general, que las personas que ejercen la docencia inculquen valores positivos en los estudiantes: el respeto por las normas, el ejercicio de la solidaridad, etc.
Es importante destacar que el rol docente tambiƩn exige garantizar la disciplina en el entorno educativo. Los maestros tienen que lograr que los alumnos se comporten de manera adecuada: si no lo hacen, el rol docente tambiƩn contempla la posibilidad de sancionar las faltas.
Tampoco se puede dejar de mencionar que el rol docente abarca cuestiones intangibles y simbólicas, como el aporte de contención a los niƱos y la construcción de un vĆnculo de afecto entre el maestro y el alumno.
A diferencia de lo que ocurrĆa antes, ahora la sociedad estĆ” sometida a vertiginosos cambios que plantean continuamente nuevas problemĆ”ticas, exigiendo a las personas mĆŗltiples competencias procedimentales (iniciativa, creatividad, uso de herramientas TIC, estrategias de resolución de problemas, trabajo en equipo, entre otras) para crear el conocimiento preciso que les permita afrontarlas con Ć©xito.
Por ello, hoy en dĆa el papel de los formadores no es tanto “enseƱar” (explicar-examinar) unos conocimientos que tendrĆ”n una vigencia limitada y estarĆ”n siempre accesibles, como ayudar a los estudiantes a “aprender a aprender” de manera autónoma en esta cultura del cambio y promover su desarrollo cognitivo y personalmediante actividades crĆticas y aplicativas que, aprovechando la inmensa información disponible y las potentes herramientas TIC, tengan en cuenta sus caracterĆsticas (formación centrada en el alumno) y les exijan un procesamiento activo e interdisciplinario de la información para que construyan su propio conocimiento y no se limiten a realizar una simple recepción pasiva-memorización de la información
Brooks y Brooks (1999), proponen una serie de caracterĆsticas que conforman el perfil de un maestro que se considera adecuado para atender a la diversidad del salón de clase y tomar ventaja de la riqueza que esta diversidad aporta al ambiente de aprendizaje.
Este perfil puede adecuarse a cualquier situación de enseñanza-aprendizaje y a cualquier nivel.
El maestro, docente o profesor:
Busca que los alumnos elaboren sus respuestas iniciales. Las respuestas iniciales son un motor que estimula a los alumnos a estructurar y reconceptualizar.
Involucra a los estudiantes en experiencias que pueden engendrar contradicciones a sus hipótesis iniciales y luego estimula la discusión. De esta manera permite que los alumnos aprendan de sus propios errores y reformulen sus perspectivas
En los salones cuyos maestros cuentan con un perfil como el anterior, operan los siguientes principios Brooks y Brooks (1999):
Los maestros buscan y valoran los puntos de vista de los estudiantes.
Las actividades del aula retan los conocimientos de los alumnos.
Los maestros proponen la resolución de problemas relevantes para los alumnos.
Los maestros planean sus clases en torno a grandes temas en los que los contenidos tienen relación en lugar de presentar un currĆculo fragmentado.
Los maestros evalúan el aprendizaje en el contexto diario. La evaluación es parte de las actividades diarias de la clase y no una actividad separada.
Esta nueva visión del rol del docente nos invita a replantear nuestra prÔctica y a convertir nuestras aulas en espacios de interacción donde el aprender sea posible para todos.
Excelente artĆculo, muy claro el enfoque y la visión actual del profesor como mediador flexible.
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