Por lo tanto el estudio del medio, es decir, la reflexiĆ³n, anĆ”lisis y cuestionamiento de lo que rodea a los niƱos y de las posibilidades o limitaciones que proporciona o que proporcionamos los educadores, deben estar en la base del planteamiento educativo, y forma parte del trabajo del educador. Es una herramienta bĆ”sica del proceso de aprendizaje y es el soporte de la funciĆ³n del educador.
El entorno jamĆ”s es neutro. Su estructuraciĆ³n, los elementos que lo configuran, comunican al individuo un mensaje que puede ser coherente o contradictorio con el que el educador quiere hacer llegar al niƱo. El educador no puede conformarse con el entorno tal como le viene dado. Debe comprometerse con Ć©l, debe incidir, transformar, personalizar el espacio donde desarrolla su tarea, hacerlo suyo, proyectarse, haciendo de este espacio un lugar donde el niƱo encuentre el ambiente necesario para su desarrollo.
Debemos tener en cuenta la realidad global que es el niƱo o niƱa considerando todas sus necesidades y en funciĆ³n de ellas organizar la planificaciĆ³n, diseƱo y posteriormente la intervenciĆ³n que el educador y todo el equipo harĆ”n sobre el espacio para facilitar y favorecer el desarrollo de todas sus potencialidades. Este debe responder a los siguientes criterios:
Necesidades fisiolĆ³gicas: Limpieza, sueƱo, seguridad, confort. Son las necesidades primarias, bĆ”sicas en la vida del niƱo y a las que la Centro de EducaciĆ³n Infantil tiene que dar una buena respuesta. Una zona para cambio, agradable y acogedora, que favorezca un momento placentero y provechoso. Unos servicios asequibles y limpios, cercanos y cĆ³modos. Una zona de comidas, bien la clase o bien en zonas comunes, tranquila, cĆ³moda, bonita, higiĆ©nica, que haga de las comidas puntos de encuentro, de descubrimiento, de placer. Un lugar para el descanso, que dependiendo de la edad serĆ” mĆ”s o menos largo, pero en todo caso, es necesario en la Escuela Infantil, bien en hamacas, colchonetas, o en un rincĆ³n tranquilo donde poder descansar los niƱos que lo necesiten. OfrecerĆ” las condiciones de seguridad necesaria, asĆ como los grados de temperaturas, ventilaciĆ³n, iluminaciĆ³n,… convenientes para conseguir un ambiente confortable.
Necesidad afectiva: El espacio debe favorecer una actitud del educador, de tranquilidad, disponibilidad,… Debe haber espacio para un contacto individual adulto-niƱo, para una charla reducida, un rincĆ³n cĆ³modo, un banco de a dos en el jardĆn, una mesa camilla pequeƱa en un rincĆ³n del aula con sillas,… Estos lugares favorecen tambiĆ©n el contacto entre dos niƱos, la intimidad, la confianza.
Necesidad de autonomĆa: Entre los 0 y los 3 aƱos los niƱos pasan de una total dependencia a un grado de autonomĆa importante. Este es un proceso de avance y retroceso constante al que el Centro de EducaciĆ³n Infantil deberĆ” prestar todo su apoyo. Si la organizaciĆ³n espacial responde a esta necesidad de autonomĆa, la caracterĆstica principal es la descentralizaciĆ³n, es decir, la distribuciĆ³n en Ć”reas de actividad, la accesibilidad a los materiales de trabajo, eliminaremos las barreras que impiden el acceso autĆ³nomo de los niƱos a materiales y espacios.
Necesidad de socializaciĆ³n: Siendo la Escuela Infantil un lugar bĆ”sico donde se desarrolla la socializaciĆ³n del niƱo y donde Ć©sta se da con mayor intensidad, debemos disponer el espacio de forma que se dĆ© el encuentro, el trabajo en comĆŗn, el conocimiento del otro, las conversaciones en grupo. Pero estando en un proceso complejo y cambiante, debemos entender que la adquisiciĆ³n del hĆ”bito de compartir conlleva al mismo tiempo ocasiones de, por momentos, no hacerlo. Por lo que planificaremos, cuidadosamente, espacios de grupo y espacios individuales, espacios para compartir y espacios para aislarse.
Necesidad de movimiento: Ćsta es una de las necesidades bĆ”sicas de los niƱos y niƱas. Para moverse se necesita espacio, y espacio libre. Para los pequeƱos, una zona de la clase dedicada a este fin, con colchonetas, espejo, objetos, rampas,… TambiĆ©n una zona interior sigue siendo necesaria para los mayores. Aprovecharemos los pasillos, las galerĆas, espacios de entrada, etc.
Necesidad de juego: TendrĆ” que haber espacio para los juegos, juegos de manipulaciĆ³n, de imitaciĆ³n, juego simbĆ³lico, hasta llegar a los juegos de reglas. Pensar un espacio de juego, creer que es principalmente a travĆ©s del juego como el niƱo o la niƱa crece, se desarrolla y elabora sus aprendizajes, conlleva una organizaciĆ³n espacial basadas en Ć”reas de juego, con diferentes materiales que lo vayan enriqueciendo.
Necesidad de expresiĆ³n: El intercambio, expresiĆ³n y comunicaciĆ³n serĆ”n promovidos por medio de espacios para conversaciones, juegos de lenguaje, cuentos y canciones. Por otro lado serĆ” necesario un lugar para le recreaciĆ³n y creaciĆ³n con materiales plĆ”sticos, donde se pueda experimentar con la materia, ver sus posibilidades, expresarse por medio de ellas.
Necesidades de experimentaciĆ³n y descubrimiento: El niƱo o la niƱa se enriquece del entorno que le rodea, aprende de Ć©l, experimenta, conoce, transforma. Se deben pues prever entornos ricos en estĆmulos, buscando en estos mĆ”s la calidad que la cantidad. Espacios que estimulen la exploraciĆ³n y el descubrimiento, en donde existan objetos y materiales diversos, plantas y animales, materiales naturales como el agua, arena, tierra, madera… y demĆ”s tipos de materiales como pueden ser imanes y materiales de desecho.
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