¿Qué es la pedagogía Waldorf? educación para actuar, sentir y pensar




La pedagogía Waldorf fue fundada por el filósofo austriaco Rudolf Steiner en 1919. Steiner creó la pedagogía Waldorf basándose en un profundo conocimiento de la naturaleza del ser humano. Sostiene que el ser humano se relaciona con el mundo a través de tres fuerzas que son el actuar, el sentir y el pensar. La educación Waldorf está diseñada con el propósito de alimentar y fortalecer estos tres aspectos del niño: la cabeza, el corazón y las manos. 

La pedagogía Waldorf fue fundada en 1919 por Rudolf Steiner y desde entonces existen cientos de escuelas que siguen esta metodología en todo el mundo. 

La idea fundamental es que la educación debe respetar y apoyar el desarrollo fisiológico, psíquico y espiritual del niño. Para conseguir un buen desarrollo intelectual debe existir una base emocional sólida.

Los objetivos se centran en estimular los sentidos y la imaginación y en fortalecer la voluntad de cada niño.
En la pedagogía Waldorf se observaran tres septenios principales de desarrollo del niño que son: 
👉La primera infancia (0-7 años), Si en esta etapa prima el juego sobre todas las cosas muchos padres y lectores se preguntarán: “¿Y cuándo estudian?”.
👉El segundo septenio (7-14) años y es aquí donde tenemos la respuesta a la pregunta que nos planteamos: es que lo hacen a partir del segundo septenio, es decir, en el primer período no les enseñan a leer ni a escribir aunque eso no quiere decir que se desatienda esta faceta: “A través del juego se les dan las capacidades del lenguaje para que en la siguiente etapa aprendan rápidamente a leer y escribir. Lo fundamental es que perciban que aprender es una experiencia alegre, así pasan a la segunda etapa con muchas ganas de aprender”.
El objetivo de estas dos primeras etapas es que los niños crezcan los primeros años sentando unas bases emocionales sólidas que hagan crecer el amor por uno mismo y por los demás.
Lo más importante en esas edades es que los niños sean niños: “Hay mucho tiempo para ser adulto y muy poco para ser niño”. Esto quiere decir que juegan y aprenden con el movimiento, dejando un poco de lado la típica disposición de las escuelas tradicionales en que los niños aprenden sentados en una silla.
👉El tercer septenio (14-21 años), La madurez, y la libertad. La parte lúdica queda afirmada en el segundo Septenio y en este el estudiante adquiere los elementos sociales fundamentales de relación y desarrollo básicos para integrarse y desenvolverse exitosamente. 

Estas etapas de desarrollo son una guía importante en la educación del niño.A través de la educación Waldorf los alumnos aprenden a pensar creativamente, serán adultos con un pensamiento que les permita percibir y comprender con claridad y visualizar nuevas soluciones. 

Los alumnos waldorf aprenden a relacionarse de una manera sana con sus sentimientos y los de los demás, como adultos serán sensibles y al mismo tiempo emocionalmente fuertes. Aprenden a actuar a través de una fuerza de voluntad que ha sido educada con propósito y responsabilidad, para que como adultos transformen sus ideales y metas en realidad.

Estas tres capacidades de Pensar, Sentir y Actuar con intención, son las mejores herramientas con las que cualquier ser humano puede contar para el futuro.

Los niños necesitan sentirse arropados y seguros para poder desarrollar sus virtudes: “Cuando ellos saben que los adultos a su alrededor respetan esos talentos, pueden hacerlos florecer”, comenta.



Desde la pedagogía Waldorf tratan de permitir que los niños tengan desafíos en la educación desde una perspectiva integral. Tan importante es el qué se aprende como el cómo se aprende y por eso otorgan especial importancia al crecimiento personal y al establecimiento de un buen grado de empatía.

Para que los niños sean felices y para que se establezca un clima de cooperación y de sentimiento de grupo formado por personas de igual valía cada “niño debe competir consigo mismo, no con sus compañeros, esa educación emocional les da seguridad y capacidad de colaboración.”

Einstein decía que si quieres que tu hijo sea sabio, cuéntale historias; y si quieres que sea más sabio todavía, cuéntale más historias. Cuéntenles a los niños historias cada día, cuentos y más cuentos de hadas”.

La filosofía de trabajo de las escuelas Waldorf: No se aprende a leer ni a escribir hasta los siete años y si a algún niño le cuesta le permiten empezar a hacerlo incluso a los ocho. Ya se imaginaran el escándalo que provoca esto en los padres que se viene obsesionando con el tema desde que el niño tiene dos años quieren enseñarle letras. 

Más adelante, una vez se dan cuenta de su importancia como personas y como seres individuales (autoestima y confianza en sí mismos) comienzan a aprender, de esta manera empiezan a leer cuando son capaces de entender lo que leen y más importante aún, cuando tienen el interés y la curiosidad de hacerlo.

Quieres saber más de esta pedagogía y como aplicarla, déjanos tu comentario y dinos que te gustaría aprender. 

Licenciada Alba Jiménez

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