"La escuela no puede alfabetizar digitalmente a una generaciĆ³n que naciĆ³ con la computadora bajo el brazo."
¿QuĆ© manejan los chicos? El Facebook y no salen de ahĆ. O juegos”, afirmĆ³ un docente argentino en un reciente relevamiento de la OrganizaciĆ³n de Estados Iberoamericanos (OEI) hecho aquĆ. Pero el problema no es sĆ³lo de los chicos:el 83% de los docentes asegura no haber recibido capacitaciĆ³n sobre el uso pedagĆ³gico de la computadora , segĆŗn indica una encuesta de la Unidad de Planeamiento EstratĆ©gico del gobierno nacional (con apoyo de IIPE-UNESCO), sobre 2.400 casos.
Esos datos son el reflejo local de un problema que acaba de poner en evidencia una prueba internacional: muchos alumnos no estĆ”n en condiciones de hacer un uso eficaz de la PC y de Internet . La prueba PISA midiĆ³ por primera vez, en 19 paĆses, las capacidades de los chicos de 15 aƱos para leer digitalmente. El resultado arrojĆ³ que muchos no pueden localizar e interpretar informaciĆ³n en la Web. En Colombia, por ejemplo, siete de cada diez alumnos. Y en Chile, cuatro de cada 10.
Argentina no participĆ³ de esa prueba, pero los especialistas consultados por el periĆ³dico argentino ClarĆn coincidieron en que el paĆs no escapa al “analfabetismo digital”. InĆ©s Dussel, investigadora y autora del texto “Aprender y EnseƱar en la Cultura Digital”, explicĆ³ que “ los chicos buscan informaciĆ³n en Google y se quedan con la primera respuesta que encuentran . Y muchos profesores tienen la misma estrategia de bĆŗsqueda que los alumnos”.
Estos jĆ³venes son los supuestos “nativos digitales”. Es comĆŗn creer que porque llegaron al mundo en esta Ć©poca manejan la PC tan naturalmente como respiran. Sin embargo, la formaciĆ³n dista mucho de lo Ć³ptimo. Encima, reciben poca guĆa de los adultos: segĆŗn estadĆsticas del Ministerio de EducaciĆ³n, el 80% navega solo en Internet (o con amigos y hermanos), mientras que apenas el 20% lo hace con padres y docentes.
Roxana Morduchowikz, directora del programa Escuela y Medios del Ministerio de EduaciĆ³n, cree que no hay que subestimar el uso intensivo que hacen los jĆ³venes de las redes sociales: “Aprenden a comunicarse y a negociar, y esas competencias les van a permitir desarrollarse en el futuro”. Sin embargo, reconociĆ³ falencias: “Debe ser responsabilidad de la escuela que los alumnos puedan tener un espĆritu crĆtico ante las fuentes de informaciĆ³n de Internet, lo que con frecuencia no ocurre. Se estĆ” dando capacitaciĆ³n digital a los docentes, pero el impacto en el dĆa a dĆa es muy difĆcil de evaluar”.
PISA lo hizo. La evaluaciĆ³n, organizada por la OrganizaciĆ³n para la Cooperacion y el Desarrollo EconĆ³mico (OCDE), ubica a los adolescentes de Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda en el podio de la excelencia en lectura digital. Les siguen los de JapĆ³n y Hong-Kong. El informe final afirma: “Que todos sepan usar el mundo digital para convertir la informaciĆ³n en conocimiento re quiere el apoyo de la escuela. La competencia digital no se reduce a ser hĆ”bil en redes sociales como Facebook o Twitter o pasar mucho tiempo en Internet.
El buen lector digital (debemos definir quiĆ©n es un buen lector digital) sabe evaluar la credibilidad de las fuentes de informaciĆ³n, integrar informaciones diversas o navegar estratĆ©gicamente. El sistema educativo y la sociedad en general tienen un reto importante: la alfabetizaciĆ³n digital”. Y concluye que sin estas competencias, “no es probable el pleno acceso a las oportunidades educativas, laborales y sociales del siglo XXI”.
El Plan Conectar-Igualdad, del gobierno argentino, lleva distribuidas mĆ”s de 900 mil netbooks en todo el paĆs, pero fuentes vinculadas al proyecto, que prefirieron mantenerse en el anonimato, admitieron que “la capacitaciĆ³n a los docentes en buena parte de los casos avanza mĆ”s lento que el reparto de las mĆ”quinas”.
En la Argentina se sabe poco sobre el impacto de las netbooks en la calidad educativa. AndrĆ©s Delich, director del Centro de Estudios en PolĆticas PĆŗblicas (CEPP), contĆ³ que una evaluaciĆ³n que Ć©l y su equipo realizaron en San Luis, concluyĆ³ que “el impacto fue mĆ”s social que educativo. No hubo grandes cambios en el aprendizaje, pero sĆ en las familias que comenzaron a tener conectividad gracias a que los chicos recibĆan las mĆ”quinas y Wi-Fi”.
SegĆŗn Dussel, “hay que estar alerta sobre quĆ© estĆ”n haciendo los profesores y ayudarlos a formular mejores estrategias digitales. Son cambios lentos que habrĆ” que ver cĆ³mo se procesan en los prĆ³ximos aƱos”.
Y advirtiĆ³ que el panorama que se registra en el espacio digital es similar al de la alfabetizaciĆ³n tradicional: “Los chicos que vienen de familias mĆ”s educadas, pueden hacer lecturas mĆ”s crĆticas, producir textos mĆ”s ricos, jerarquizar las fuentes y criticar el origen de la informaciĆ³n”. Cuestiones que (sin computadora mediante) la prueba PISA estandar dejĆ³ a la Argentina mal parada a fines del aƱo pasado, cuando se supo que el paĆs figuraba entre los Ćŗltimos puestos del rĆ”nking mundial.
Fuente: Diario ClarĆn
Licenciada Alba JimƩnez
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