Los maestros, profesores, docentes o como les llamemos en cada paĆs, somos calificados de malos por razones puntuales. AsĆ lo demuestra Redalyc (Sistema de InformaciĆ³n CientĆfica).
La Red de Revistas CientĆficas de AmĆ©rica Latina, el Caribe, EspaƱa y Portugal que encontrĆ³ que el mal maestro es definido como irresponsable, impuntual, ignorante, ļ¬ojo, desorganizado, prepotente, in preparado, aburrido e injusto. Es interesante observar que los profesores deļ¬nen a un mal maestro como alguien desorganizado y no comprometido, mientras que los alumnos lo deļ¬nen como alguien prepotente, injusto, parco y cerrado. Entre hombres y mujeres prĆ”cticamente no hay diferencias en las deļ¬nidoras, pero sĆ las hay de nuevo en las Ć”reas acadĆ©micas.
Las pocas investigaciones que se han realizado en relaciĆ³n con las caracterĆsticas de un mal maestro, muestran que Ć©ste se deļ¬ne, generalmente, mĆ”s por la ausencia de caracterĆsticas positivas que por la presencia de caracterĆsticas negativas (Strickland, 1998 16 Silvia Araceli SĆ”nchez Ochoa y Alejandra DomĆnguez Espinosa y Check, 1999). Son muy pocas las caracterĆsticas que aparecen en la literatura y que son propias de un mal maestro. La desorganizaciĆ³n y la diļ¬cultad para transmitir sus conocimientos, o falta de comunicaciĆ³n adecuada, son caracterĆsticas mencionadas tanto por Check, mientras que Strickland menciona conductas no profesionales, entre las cuĆ”les podemos encontrar la impaciencia y el incumplimiento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario