Tengo en Facebook un
grupo al que denominé: “ Soy docente,maestro y profesor” totalmente
adrede; ahora que somos miles de miembros, colegas y amigos todos, un colega me pregunto textualmente en un
comentario : ¿Hay alguna diferencia entre esas labores?, la respuesta es sí.
Antes de la explicación etimológica de estas palabras, aclaremos que en algunos países latinoamericanos, se tiene la idea de que maestro es el de primaria, profesor de secundaria y docente para tecnificados; en cambio en Estados Unidos el “profesor” es el título más alto a una persona Docta. En esta entrada de blog tomé las definiciones etimológicas, que son la razón de mi elección, ustedes estarán de acuerdo no siempre se es docente, maestro y profesor, por circunstancias, por vocación o por desdén no todos llegamos a cumplir con estas categorías.
Docente
Y precisamente empezamos con esta palabra, la más general, que engloba a todas las demás. Un “docente” es, ni más ni menos, aquel que enseña, sin hacer distinción de especialidades, edades, etc.
Etimológicamente, “docente” es el participio de presente del verbo latino doceo“enseñar”, una antigua formación causativa que significaba, literalmente, “hacer que otro repita → hacer que otro aprenda → enseñar” (ya sabemos que la mejor forma de aprender algo es repitiéndolo una y otra vez), o “hacer que uno sea apropiado en algo“, relacionado esto último con el verbo defectivo decet (vid. te decet hymnus “te es apropiado un himno → mereces un himno” en el introitus de una misa).
Maestro
Es la forma patrimonial de la antigua palabra latina magister, concretamente de su acusativo magistrum, con el significado original de “el más mejor → jefe” —permítaseme decirlo así, como más adelante justificaré— respecto a algo (cf. inglésmaster “amo, señor”); así, magister equitum “jefe de la caballería”, etc. De aquí está clara la evolución semántica: el “más mejor” o el jefe de una escuela ha de ser forzosamente el maestro, ya que sabe más que sus alumnos. También está clara la relación con el uso en expresiones como la manida “¡música, maestro!”, en la que el tal maestro no es que sea docente de la música, sino que es “el más mejor” de los músicos presentes.
La forma magister está construida sobre la raíz de magis “más”, de donde también “máximo”, “magno”, etc. Sobre esta raíz, que ya por sí misma tiene un significado de superioridad, se añade un sufijo -ter de origen contrastivo-comparativo (cf. dexter, sinister “derecha, izquierda“: “derecha” es, efectivamente, antónimo de “izquierda”): de ahí la aberración de “el más mejor”.
Profesor
Es un sustantivo de acción derivado del verbo profiteor “hablar delante de la gente”, compuesto por el preverbio pro- “delante de” y el verbo fateor “hablar” (cf. “fama”; “eufemismo: algo dicho bien para ocultar una realidad fea”; “confesar: decir algo, normalmente perjudicial para el que la dice”).
Nuevamente, es fácil suponer la evolución semántica de la palabra: aquel que habla delante de los alumnos es el profesor.
En el trabajo rural se tiene la idea de que, quien habla frente a las personas es un “facilitador” y esa categoría está siendo muy utilizada también en el ámbito pedagógico, siendo docentes, hacemos mal en creer que las palabras son indistintas y que no importa lo que nos digan. Mi titulo Universitario el primero de todos dice Profesora….., pero tengo reconocimientos y diplomas donde escriben la Maestra, no me molesta ninguno, conociendo las definiciones me siento feliz siendo: Docente, maestra, profesora, facilitadora, orientadora, señorita, señora, alumna o simplemente “la seño”.
La palabra que se antepone a nuestro nombre es irrelevante, en tanto que seamos respetados, respetemos y cumplamos con el trabajo que tanto nos gusta hacer.
Por estas definiciones, por estas reflexiones nació este blog, con este nombre, este maravilloso proyecto educativo que día a día le doy y me da vida.
Alba Jiménez ...la seño.
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